La modelo santiagueña habló por primera vez de la diferencia de edad que existe entre ella y el empresario Daniel Vila, su actual pareja. Los 25 años que los separan no es un tema que preocupa a los enamorados.
Pamela David y Daniel Vila habían blanqueado su romance durante el verano, aunque después se resistieron a dar detalles del noviazgo; sobre todo cuando las preguntas de los paparazis rondaban en torno a la diferencia de edad que existe entre ellos.
La modelo, que tiene 32 años había dicho en su momento que la relación con el empresario 25 años mayor que ella, había empezado como un touch and go cuando se estaba disputando el Mundial de Sudáfrica. Sin embargo, a dos meses de haberse mostrado juntos por primera vez, la santiagueña se soltó y habló sobre la importancia que representa la diferencia de edad y de cómo influye esta cuestión en la pareja.
“Es la primera vez que no me siento mamá del hombre que tengo al lado. Aunque con mi ex marido mantengo una relación muy buena, siempre elegía caballeros muy dependientes. Eso no me va a pasar más. Yo soy muy líder y me gusta manejar las situaciones, pero también sentirme protegida. Aunque mucha gente no lo crea, una de las cosas que más me nutren en mi pareja actual es la diferencia de edad”, explicó Pamela.
Además, la modelo y ahora conductora aseguró que nunca se cuestionaron que entre él y ella median 25 años de diferencia.
“Daniel, al principio, era el que más problemas se hacía con ese tema, pero nunca hubo problemas en ese sentido”, detalló.
Claro que para al empresario quizás resultó un tanto complicado la situación al principio, teniendo en cuenta que su hijo mayor tiene casi la misma edad que su actual pareja.
Sin embargo, Pamela después de divorciarse y siendo tan madraza con Felipe, su único hijo, explicó cómo fue que decidió barajar de nuevo y volver a intentar una relación junto a Daniel.
“No me apuré a blanquear la relación. Nos tomamos un gran tiempo. Aunque no sé estar sola, y siempre me gustó tener a un hombre al lado, esta vez todo fue muy despacio y profundo, porque no nos apuraba nada a ninguno de los dos. Pero además Daniel se lleva muy bien con Felipe, y ése fue el gran termómetro para aceptarlo.”, argumentó.
Finalmente, la morocha explicó cómo hace para repartirse entre el trabajo, su hijo y su pareja.
“Es complicado, pero me adapto. Intento dividirme y cumplir con todas las cosas, aunque es muy difícil, porque hasta mis amigos reclaman mi presencia. Por suerte este año voy a tener más tiempo para disfrutar con Felipe, porque él va a ir al Jardín de Infantes mientras yo esté en el programa. Además, no vivir juntos tiene sus condimentos, porque los encuentros son más esperados”, sintetizó.
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