Entrevista - Diarioshow.com

@VivianaRomano 

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La energía que se genera en el piso de “Desayuno americano” continúa cuando finaliza el programa. El equipo, liderado por Pamela, se toma unos minutos para saludarse afectuosamente. Su labor de 2015 terminó y ella, antes de irse de vacaciones, habló con DiarioShow sobre un año especial, en el que se consolidó en su puesto y se recibió de periodista. Sus altísimos tacos con plataforma no impiden que se mueva con comodidad y lucen su espectacular figura. “No voy al gimnasio; cuando hacía teatro entrenaba un poquito y el cuerpo se me marcaba rapidito, pero tengo buena genética. Daniel (Vila, su marido) el año pasado para mi cumpleaños me regaló una cinta, pero ahí está, de perchero. Tal vez me anime a hacer clases de zumba, mis amigas me dijeron que me va a gustar. Lo voy a intentar más ahora que dejé de fumar”, cuenta.

En el balance rescata varios puntos, entre ellos justamente que dejó de fumar y el flamante título de periodista que le otorgó el Centro de Estudios Buenos Aires. “El cigarrillo era una adicción espantosa, horrible; hasta mis hijos me pedían que deje, y eso que en casa no se fuma. Es muy difícil dejar una adicción, pero Tony Kamo logró lo imposible, me la hizo fácil; solo con los embarazos pude dejar, pero después volvía”,reniega Pamela.

“Recibirme fue una asignatura pendiente, porque me quedaba colgada una sola materia. Comencé a estudiar cuando quedé embarazada de Lola y después del parto decidí quedarme en casa para darle la teta, disfrutar de mi nena chiquita y de Felipe, su hermano celoso”, señala.

Camino al éxito

“Siempre me gustó la conducción. ‘Desayuno’ nació con Diego Pérez: era un programa más divertido, sueltito de temas, liviano. Sin embargo, me sentía insegura que no estaba preparada, pensaba que era mucho para mí. Así el título de periodista lo tomé como una herramienta para plantarme mejor, no lo necesitaba para mostrarme. También hice un curso de coaching con Cecilia Maresca y ‘Gran Hermano’ fue un gran entrenamiento”. Admite que le gusta mucho cómo conduce Alejandro Fantino: “Me encantan sus entrevistas, yo además sé que en algún momento voy a salir a hacer notas en la calle, como lo hice hace años con Martín Ciccioli”.

Acerca de si cree que está marcando un estilo de periodismo moderno, Pamela es contundente: “Para mí una grande en todo el sentido de la palabra es Mirtha Legrand. No tengo referentes y tal vez eso es lo que me ayudó. Pude encontrar el mío. Es más, creo que el crecimiento de Santiago del Moro y el mío no es casual, tiene que ver con los que están detrás de cámara. José Núñez es un productor histórico, el mismo de ‘Intratables’, acomodó al equipo. Es un líder total: hasta me permite elegir el tema cuando entro bailando, por ejemplo ‘La mordidita’ de Ricky Martin u otra cumbia cuando estoy relajada”. La morocha pisa firme en su carrera y va por más.

“En ‘GH’ el público descubrió una conductora diferente en mí”

Con respecto al reality dice: “Me llegó la propuesta para conducir los debates de ‘GH’, me tomé el fin de semana para hablarlo con la familia. Aunque Daniel me apoyó, necesitaba la opinión de los chicos. Fue un gran desafío. Sé que les dediqué menos tiempo a mis hijos, pero de calidad. Y si todo sigue igual, tenemos ‘GH’ en 2016. El programa me encanta y el juego me vuelve loca. Me siento bien de haber aceptado y creo que ahí el público descubrió una conductora diferente en mí”. “Le estoy muy agradecida a Martín Kweller que confió en mí, porque después de mi etapa con Sofovich podía desaparecer del medio. Pero me la jugué, porque no era feliz siendo vedette. Él me dio un nombre, más allá de que comencé en el reality ‘El bar’ en 2001. Pude dar mis primeros pasos como actriz en ‘Doble vida’; también en Endemol, donde hice pilotos para Chile”, asegura.

Mujer domada

Define su vida junto a Daniel Vila como plena. “Mi marido en la época de ‘GH’ hacía las tareas con Felipe (8) –fruto de su relación con el basquetbolista Bruno Lábaque–. Lola tiene 3 y nos da vuelta a todos, hace lo que quiere. Disfruto de la familia que formamos, solemos viajar a Mendoza los fines de semana. Tengo buena relación con las ex parejas y mamás de los hijos mayores de Daniel, eso me pone muy contenta. Siempre con respeto y mucho amor, pusimos en primer lugar a los hijos y todo salió perfecto. En mi marido encontré un hombre con todas las letras, logró domarme. Nosotros conectamos, hay química; es como si nos conociéramos de toda la vida. Se alegra de mi crecimiento, me admira y me lo hace saber; esto es recíproco. El ego, el bueno, el sano lo estimuló él. Él creyó primero en mí que yo misma”.

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