Monday, 11 April 2016
Entrevista - Pura Vida 11/04/16
Intensas y apasionadas son las palabras de Pamela David cuando habla de Daniel Vila, el empresario de medios con el que contrajo matrimonio después de seis años de noviazgo. Enamorados y felices, la conductora televisiva y su esposo estaban a punto de tomar el avión, en el Aeropuerto de Ezeiza, que los llevaría a Miami, en la primera escala de su luna de miel, cuando atendieron la llamada de EL LIBERAL.
Predispuestos y distendidos, entablaron un diálogo ameno en el que contaron detalles de lo vivido.
Pamela, ¿cómo vives este momento?Es un momento mágico.No pensábamos que lo íbamos a disfrutar tanto, que lo íbamos a sentir, a disfrutar cada minuto hasta que llegara ese día (el sábado pasado). Todo fue más delo que imaginábamos.
¿Cómo lograron,siendo ambos figuras públicas, mantener en secreto esta decisión devida que tomaron?La verdad, fue fácil, porque la gente que invitamos,que éramos pocos y la familia entendían esa decisión porque nos conocen. Nosotros somos de mantener ala familia resguardada, cuidada,de disfrutar de nuestros momentos íntimos en una burbuja y la cuidamos.En nuestro hogar somos muy cuidadosos. Nuestros familiares y amigos íntimos sabían que es muy importante.
¿Cómo se filtró ese secreto celosamente guardado?No tengo idea, pero imagino que puede ser algún proveedor...bueno, oalguien que escuchó la noticiay quizo tomar protagonismo.Pero, bueno, ya está.La verdad que todo salió divino. Lo importante era que sea íntimo, como lo fue hasta ahora.
¿A qué se debió esa decisión de hacer la boda en familia y no de manera fastuosa?Nos miramos con Daniel y la primera frase que dijimos fue: “Lo hacemos chiquito,simple, íntimo”. Fue como una coincidencia absoluta de parte de los dos.Pero también tiene que vercon que Barbarita (una delas hijas de Vila con su anterior pareja) se casó en diciembre pasado, María Noel(otra de las hijas de Vila)se casará en diciembre de este año y Agustina (otra de las hijas de Vila) anunció su casamiento en la boda de Barbarita. Hoy, los hijos de Daniel, los más grandes,están por pasar por ese momento de la vida donde es muy importante que ellos tengan su momento y tiren la casa por la ventana y nosotros acompañarlos.No teníamos esa necesidad de hacer algo fastuoso sino de formalizar el vínculo y de que los más chiquitos se sientan en la familia, con estructura que es la del matrimonio.En ningún momento tuvimos la necesidad de hacer una mega fiesta,pero estuvo divina, fue un momento mágico, con losque tenían que estar.
Y si algo le faltaba para coronar el romanticismo fue la llovizna.Perfecto. Era una llovizna,no era una lluvia fuerte.Daniel armó cada detalle del lugar donde nos casamos.Él estuvo en todo losdetalles. Sería un arquitecto frustrado porque empezó a cambiar cosas del lugar,abrir un camino, a poner una escalera, armar el salón.Todo lo hizo él. Soñábamos con hacerlo afuera. Fue un día mágico donde, desde el cielo, nos han bendecido.Fue único. No se sentía el frío.
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2016/04 (abril),
Daniel Vila,
La Boda
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