Por Analía Rivas
En el plan original, sus desayunos iban a ser en su casa. La repentina desvinculación de Ernestina Pais de la conducción del ciclo, renuncia sorpresiva provocada por sus ataques de pánico, cambió todo. Luego de la transición a cargo de Toti Pasman, Pamela David vuelve desde hoy a comandar las mañanas de América TV con Desayuno americano (lunes a viernes a las 9:30 hs.), ahora en co-producción entre la emisora y Jotax, productora de Juan Cruz Ávila que antes era la única responsable.
“Me estaba picando el bichito de volver a trabajar. Estaba en reuniones con un productor mío de Fuera de foco (programa de 2007), para pensar algún formato, aunque sea para una vez por semana”, reconoce, sincera, Pamela David, quien había dejado su rol de conductora en junio de 2012 para dedicarse full time al de madre. El 24 de agosto del año pasado dio a luz a Lola, la pequeña que tuvo con Daniel Vila, uno de los dueños de América y su pareja desde mediados de 2010.
“Tenía que volver en enero pero, la verdad, me angustiaba mucho tener que dejar a Lola tan chiquita. Me angustiaba, teniendo la posibilidad de quedarme en casa. No a todas las mujeres nos pasa tener esa oportunidad, con Felipe (su hijo mayor, fruto de su matrimonio con el basquetbolista Bruno Lábaque) tuve que salir a trabajar, como les pasa a las mayorías de las mamás, y lo sentí, me angustiaba mucho y decidí tomarme el año.”
–¿Entonces fue el contexto el que te terminó de convencer?
–Ya reconocía que necesitaba moverme, hacer algo, por eso estaba reuniéndome, pensando en hacer algo, cuando sucede lo de Ernestina. No tenía pensado un programa diario, no pensaba en el compromiso diario como el que tiene Desayuno. Me tomó por sorpresa, fue un balde de agua fría, lo de Ernestina era una oportunidad. Una vez que se rescindió el contrato de ella, me llamaron de Jotax y me dijeron: “Se fue Ernestina, te tenemos a vos o buscamos a alguien más?” Lo mastiqué, me acomodé y decidí volver.
–¿Por qué no quería volver con un formato diario?
–Primero, porque no había horario disponible. Pero, además, no me sentía en condiciones de comprometerme a un diario y que me pase lo que ya me había pasado con Desayuno, de no poder por la maternidad, y sentirme responsable del trabajo de mucha gente, porque con los cambios desafectaron a algunos de los chicos que estaban conmigo. Pero una vez que lo pensé y lo acepté, asumo mi rol.
–¿Cuál es la diferencia de encarar Desayuno en este momento, comparado con el estreno inicial en 2011?
–Tengo más conciencia. Antes era más informal y ahora es más comprometido. El formato fue mutando y, por suerte, tengo especialistas que me apuntalan (ver recuadro). En el tiempo en que no estuve al aire empecé a estudiar periodismo, no soy periodista pero voy en camino. Me hice cursos de oratoria, estoy trabajando con una actriz la expresión corporal, me sumé herramientas.
–¿Estás estudiando periodismo en este momento?
–Sí, en Cedeba. Voy por la mañana a redacción periodística. Y no vi la entrega de los Martín Fierro porque preferí ir a una charla de Hernán Brienza. Y me cambié de turno para poder cumplir con el trabajo y seguir estudiando.
–¿Sentiste necesidad de estudiar a partir de la conducción? ¿No te reconoces más firme en ese rol que cuando empezaste?
–No. Siento que me falta mucho. La experiencia te hace adaptarte a la fuerza, no queda otra. Como soy respetuosa del periodismo, también soy respetuosa de los tiempos y de la trayectoria. Creo que estoy camino a eso.
–¿Qué te falta?
–Soy demasiado autocrítica, si me volvés a preguntar lo mismo dentro de 20 años, seguramente me van a faltar cosas. Pero trabajo algunas cosas que me faltan a nivel interior para que se noten menos o para no trasladar inseguridades a futuro, pero contarlas no sería productivo.
–América está teniendo un ascenso en el rating, ¿existe un compromiso desde lo laboral de mantener cierto promedio? ¿Cambia un conductor a partir de lo que el rating da?
–Siempre tratás de dar lo mejor. Para mí tiene que ver que está Liliana Parodi como gerente de programación. Hubo cambios estructurales en la programación que funcionaron. Me siento con suerte de tener el apoyo de ella. A mí me encanta el minuto a minuto pero no tengo permiso para saberlo, hay un productor que decide y lo respeto.
–¿Qué reflexión hacés de lo sucedido con Ernestina?
–Prefiero no opinar del tema porque todo es muy complejo como para dar una opinión liviana. Yo te puedo hablar de mí, no puedo hablar de la experiencia de otra persona.
En el plan original, sus desayunos iban a ser en su casa. La repentina desvinculación de Ernestina Pais de la conducción del ciclo, renuncia sorpresiva provocada por sus ataques de pánico, cambió todo. Luego de la transición a cargo de Toti Pasman, Pamela David vuelve desde hoy a comandar las mañanas de América TV con Desayuno americano (lunes a viernes a las 9:30 hs.), ahora en co-producción entre la emisora y Jotax, productora de Juan Cruz Ávila que antes era la única responsable.
“Me estaba picando el bichito de volver a trabajar. Estaba en reuniones con un productor mío de Fuera de foco (programa de 2007), para pensar algún formato, aunque sea para una vez por semana”, reconoce, sincera, Pamela David, quien había dejado su rol de conductora en junio de 2012 para dedicarse full time al de madre. El 24 de agosto del año pasado dio a luz a Lola, la pequeña que tuvo con Daniel Vila, uno de los dueños de América y su pareja desde mediados de 2010.
“Tenía que volver en enero pero, la verdad, me angustiaba mucho tener que dejar a Lola tan chiquita. Me angustiaba, teniendo la posibilidad de quedarme en casa. No a todas las mujeres nos pasa tener esa oportunidad, con Felipe (su hijo mayor, fruto de su matrimonio con el basquetbolista Bruno Lábaque) tuve que salir a trabajar, como les pasa a las mayorías de las mamás, y lo sentí, me angustiaba mucho y decidí tomarme el año.”
–¿Entonces fue el contexto el que te terminó de convencer?
–Ya reconocía que necesitaba moverme, hacer algo, por eso estaba reuniéndome, pensando en hacer algo, cuando sucede lo de Ernestina. No tenía pensado un programa diario, no pensaba en el compromiso diario como el que tiene Desayuno. Me tomó por sorpresa, fue un balde de agua fría, lo de Ernestina era una oportunidad. Una vez que se rescindió el contrato de ella, me llamaron de Jotax y me dijeron: “Se fue Ernestina, te tenemos a vos o buscamos a alguien más?” Lo mastiqué, me acomodé y decidí volver.
–¿Por qué no quería volver con un formato diario?
–Primero, porque no había horario disponible. Pero, además, no me sentía en condiciones de comprometerme a un diario y que me pase lo que ya me había pasado con Desayuno, de no poder por la maternidad, y sentirme responsable del trabajo de mucha gente, porque con los cambios desafectaron a algunos de los chicos que estaban conmigo. Pero una vez que lo pensé y lo acepté, asumo mi rol.
–¿Cuál es la diferencia de encarar Desayuno en este momento, comparado con el estreno inicial en 2011?
–Tengo más conciencia. Antes era más informal y ahora es más comprometido. El formato fue mutando y, por suerte, tengo especialistas que me apuntalan (ver recuadro). En el tiempo en que no estuve al aire empecé a estudiar periodismo, no soy periodista pero voy en camino. Me hice cursos de oratoria, estoy trabajando con una actriz la expresión corporal, me sumé herramientas.
–¿Estás estudiando periodismo en este momento?
–Sí, en Cedeba. Voy por la mañana a redacción periodística. Y no vi la entrega de los Martín Fierro porque preferí ir a una charla de Hernán Brienza. Y me cambié de turno para poder cumplir con el trabajo y seguir estudiando.
–¿Sentiste necesidad de estudiar a partir de la conducción? ¿No te reconoces más firme en ese rol que cuando empezaste?
–No. Siento que me falta mucho. La experiencia te hace adaptarte a la fuerza, no queda otra. Como soy respetuosa del periodismo, también soy respetuosa de los tiempos y de la trayectoria. Creo que estoy camino a eso.
–¿Qué te falta?
–Soy demasiado autocrítica, si me volvés a preguntar lo mismo dentro de 20 años, seguramente me van a faltar cosas. Pero trabajo algunas cosas que me faltan a nivel interior para que se noten menos o para no trasladar inseguridades a futuro, pero contarlas no sería productivo.
–América está teniendo un ascenso en el rating, ¿existe un compromiso desde lo laboral de mantener cierto promedio? ¿Cambia un conductor a partir de lo que el rating da?
–Siempre tratás de dar lo mejor. Para mí tiene que ver que está Liliana Parodi como gerente de programación. Hubo cambios estructurales en la programación que funcionaron. Me siento con suerte de tener el apoyo de ella. A mí me encanta el minuto a minuto pero no tengo permiso para saberlo, hay un productor que decide y lo respeto.
–¿Qué reflexión hacés de lo sucedido con Ernestina?
–Prefiero no opinar del tema porque todo es muy complejo como para dar una opinión liviana. Yo te puedo hablar de mí, no puedo hablar de la experiencia de otra persona.
Gracias a carlosfelice.com.ar
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