Monday, 29 May 2017

Clarín - 13/05/17


“Los cambios son buenos”, repite Pamela David como mantra. Desde el lunes la conductora volverá a la televisión con Pamela a la tarde. “Estaba muy cómoda a las mañanas con Desayuno, fueron casi siete años, pero las oportunidades vuelan y pensé que después me podía arrepentir”, agrega sobre el cambio de horario.
Pamela llega a un hotel de Palermo con un séquito de asistentes que la ayudan con el maquillaje y la ropa. “Aprendí a ser conductora con la experiencia. Para mí fue una gran escuela Fuera de foco (América, 2007). Fueron dos años en los que salí a la calle a hacer notas. Con Fantino (Animales sueltos) también salí a hacer notas, pero luego me convertí más en panelista. El cambio era fuerte: del público de la noche al de la mañana, de panelear a ser la conductora. Fue mucho y en poco tiempo. Siento que crecí y aprendí”, revela.
En estos años Pamela se fue desenvolviendo frente a las cámaras y expresando su opinión cada vez con más seguridad. “Creo que antes de Desayuno era más picante que ahora, pero pasaba más desapercibida. Al panelista cuando le tiran la pelota tiene que hacer el gol. Es más comprometido, porque si no decís algo interesante hacés agua y otro se luce más que vos, desaparecés. Como conductor es distinto, ahí repartís. En mi caso estuve bien rodeada, tenía un equipo maravillo que ayudaron a crecer y lucirme. También creo que me trajo problemas ser la mujer de… (por Daniel Vila, presidente y uno de los dueños del grupo América). Soy muy agradecida, tengo una pareja que tal vez no es muy común en una sociedad machista, porque él quiere ver crecer a su mujer, que esté a la par y cuanto más crezco más orgulloso se siente. Al principio yo sentía que había mucho prejuicio. Sin embargo, al mismo tiempo que me fui formando como conductora y periodista, formé mi familia y creo que eso a la gente le gustó, no era una cosita del momento, era un amor. A veces yo instalo este tema porque lo siento así, siento que antes cuando salía a hacer notas en Fuera de foco era un: ‘Qué huevos que tenés’,y después, en Desayuno, cuando hacía un comentario fuerte decían: ‘Ah, mirá qué cocorita, cómo se anima’. Siempre fui la misma persona que dice lo que piensa, aunque hoy siento que se me ve y se me escucha con más respeto”, analiza.
Pamela cuenta que le volvieron un poco las ganas de actuar. “Es muy gracioso, porque María Luisa, la hija de Daniel, se vino a vino a vivir con nosotros para estudiar teatro. En la mesa jugamos a ver a quién le sale llorar, entre otras cosas, y extraño. Pero no volvería a actuar, son muchas horas. Tampoco me considero actriz, pero jugar me encanta”.
Respecto a la posibilidad de volver a ser madre, la conductora asegura que Vila no quiere saber nada: “Tengo prohibido volver a embarazarme por Daniel. No hay chance, ¡no quiere saber nada! tiene 64 años: 6 hijos, 7 con Felipe (hijo de Pamela con Bruno Lábaque), somos un montón. Tampoco quiere tener nietos, quiere disfrutar de su familia”, explica.

Y ella también quiere disfrutar de este presente. Asegura que en cada etapa de su vida vivió cosas distintas y que no se arrepiente de nada. “Pasan los años, uno madura y no te podes seguir peleando por un conchero. No te nace, no tengo nada para renegar, pero en cada momento de mi vida tuve lo que correspondía a la edad. Hoy si tengo un problema levanto el teléfono y voy a tomar un café como hice ahora con Amalia (Granata). Con quien vamos a ser compañeras”. Las repercusiones de esa pelea, que fue “un mal entendido” en el que Granata entendió que David tuvo que ver con su desvinculación de América, hicieron que Pamela sufriera ataques a través de las redes que la llevaron al psicólogo. “Twitter es una cloaca de las redes sociales, lo tengo, pero no le presto tanta atención”, dice.
Este nuevo desafío envalentona a a la conductora para pensar en el futuro. “Me gustaría hacer política. Si tengo temas de política en el programa me doy cuenta que se me pasa más rápido”, confiesa.
Y asegura que hace tres años que no sabe ni se preocupa por lo que pasa en Bailando por un sueño (ShowMatch, El Trece). “Participé del primer Bailando. Fue lindo porque eran todos amigables. Llorábamos cuando alguien se iba. Me acuerdo que Dalma me sacó en el teléfono y nos abrazamos y lloramos. Hoy me gustaría bailar, pero no exponerme. Uno puede intentar no meterse en líos, pero los egos hacen que a la larga termines vendiendo tu alma al diablo. Te exponés porque si no te vas o te va el público”, indica.
En su programa, Pamela tendrá a Soledad Larghi, Facundo Pastor, Carlos Monti, Luli Fernández y Candelaria de la Sota, en el panel. Dos veces por semana se les unirá Chiche Gelblung y Amalia Granata. En la calle, como notero, estará Santiago Riva Roy.

Fotos: Gerardo DellOro
www.clarin.com

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