En una entrevista con Caras, la sensual morocha admitió "que la mujer es mucho más saludable con ciertas curvas" y que se siente "más sexy cuando está rellenita, más potente".
Según Pamela, no paró de comer durante la dulce espera: "Yo quería que mi embarazo se notara a la semana y comía y comía y lo único que se hacía notorio era mi gordura".
"Felipe nació a fines de enero y yo parecía una ballena, pero me sentía espléndida, feliz. Súper sexy y tenía las hormonas a full. Bruno estaba contento, así que nunca me sentó mal".
La vedette también contó que años atrás se sentía “más un objeto de deseo de los hombres, cuando sólo mostraba el cuerpo y mas connotaciones sexies”.
“Hoy creo que puedo mostrar otras cosas y, si a eso le puedo agregar el continuar siendo sexy, es bárbaro”, sentenció.
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