"Con Silvina, no somos ni fuimos amigas" - Octubre 2005

Hija de los reality shows, fue participante emblemática de "El bar". Una tarde Gerardo Sofovich la eligió para hacer revista y redondeó su sueño de convertirse en artista. Conquistó las marquesinas de la calle Corrientes, se metió los teatros de Mar del Plata en el bolsillo y cuando le peleaba palmo a palmo el trono de vedette a Silvina Luna, se bajó de la revista y se alejó de las plumas y las lentejuelas para aceptar un personaje muy jugado en la ficción de "Doble vida". Se llama Pamela David, tiene 24 años, es santiagueña y no quiere tener novio hasta después del verano. ¿No es un desperdicio?

—Al final te diste el gusto de despegarte de Silvina Luna.
—Fue una decisión muy difícil para mí, pero ahora que no formo parte del microclima que no me permitía ver las cosas con claridad, me doy cuenta que no me equivoqué. Los canales, los empresarios y el público entendieron el paso que di y las agallas que tuve al hacerlo.
—¿De qué estamos hablando, de Silvina o de Sofovich?
—De la revista. Gerardo me había dado un lugar muy importante dentro de sus espectáculos y costaba mucho cerrar el ciclo. Sofovich infunde mucho respeto pero también temores, pero lo pude hablar con él y lo aceptó. No sé si le gustó pero entendió que yo me quería ir a probar otras cosas. Y Silvina tenía mucho que ver con lo que yo quería dejar.
—¿Cómo quedaste con ella?
—Con Silvina no somos ni fuimos amigas. Cuando compartimos elenco, convivimos lo mejor que pudimos. Hoy no nos vemos ni nos hablamos, y si nos encontramos yo creo que nos saludaremos como corresponde o quizás no.
—En los últimos meses evitaste sacarte fotos con ella.
—Sí, es cierto. Es que tenía que despegar de esa etapa de mi carrera que quería cerrar, y seguir estando junto a Silvina hubiese significado seguir atada a esa época que fue importante para mí, pero terminó.
—¿Estás contenta con el personaje de "Doble vida"?
—Muy contenta de haber buscado por ese camino de ficción. Mi personaje fue el que le ofrecieron a Pampita en su momento, pero ella no quería tanta exposición y riesgos en escenas de desnudos y sexo. Yo lo acepté, me tuve que jugar la vida y me salió bien. A tal punto que luego me empezaron a agregar letra y esto hizo que mi personaje creciera.
—Al final te fuiste de la revista para no mostrar tanto físico y terminás en "Doble vida" que te la pasás de cama en cama.
—Es un policial fuerte, la historia se desarrolla en un prostíbulo y si quiero hacer ficción hay que aceptar el guión y las características de lo que pide el libro. Además el problema de la revista no era mostrar el físico sino otras obligaciones como hacer funciones diarias, de doble y triple turno. No, ya está.
—Después de romper un noviazgo de 5 años, saliste con Diego Díaz pero duró muy poco, ¿qué pasó?
—Diego Díaz vive con su agenda a tope, trabaja de modelo, de actor y hacer compatibles nuestros horarios era imposible. Sólo nos veíamos en el gimnasio y en algún que otro desfile. Los dos creímos que lo mejor era seguir siendo amigos y nada más.
—¿Es cierto que estás de novia con el basquetbolista Bruno Labaqué, de River?
—Es un gran amigo. Lo fui a ver un par de veces porque yo soy hincha de River y luego salimos juntos. Estamos bien, pero no de novios. Por ahora, no pienso tener una pareja hasta que pase el verano.
—¿Sale tu programa con Andy Kusnetzoff?
—Está como trabado y no sé si me voy a quedar en la Argentina para ver si sale o no. Tengo una buena oferta para hacer televisión en España. Es posible que la acepte.
—¿Quién te quiere llevar a España?
—Mauricio Trillo, un empresario argentino radicado en Madrid y es el esposo de una de las Azúcar Moreno. El me ve condiciones, me asegura que puedo funcionar muy bien allá y si me ponen los euros que pedí, como dice Mirtha Legrand, allá vamos.

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