Intérpretes: Emilio Disi, Pablo Granados, Pachu Peña, Freddy Villarreal, Gino Renni, Luciana Salazar, Pamela David, Christian Sancho, Jorge Juan Montejo, Silvia Yori.
Todo lo malo que presagiaba Bañeros 3 se cumple. Y más.
La primera versión de esta nota arrancaba con una confesión, una desgarradora confesión de impotencia ante un material que me supera y ante el cual me siento inerme y atónito: Las películas de Ledo parecen destinadas a que uno descubra capacidad de asombro. Asombro por lo que se ve en la pantalla, que es inverosímil, y disgusto, por lo que se advierte detrás de todo el despropósito.
Bañeros 3 es una de esas películas que a uno le crea un dilema, básicamente porque no es cine, no hay un solo concepto acerca de lo cinematográfico, y ni siquiera lo que entendemos por comicidad se asoma en algún momento. Bañeros 3 es la nada misma hecha cine, pero como se supone que uno está para tratar de explicar y explicarse algunas cosas, lo mejor es adentrarse en último opus de Ledo quien por otra parte se pone al frente de los títulos advirtiendo que estamos en presencia de: Un film de Rodolfo Ledo, lo que debería funcionar como advertencia teniendo en cuanta su película anterior, Papá se volvió loco.
Pero no todo el despropósito se debe a la inoperancia de Ledo, sino que a ella se asocian la nulidad actoral de los tres protagonistas y la sensación de que todos hacen lo que hacen como si no les importara nada.
A mi no me molesta que Mentasti y Argentina Sonofilm quieran ganar plata, me molesta la manera espuria de intentarlo. No hay en Bañeros 3 preocupación por el producto, ni por el espectador, hay una voluntad de arrear público a la sala para allí descerrajarle un conjunto de escenas inconexas, ideas robadas de otras películas, y cuando digo robadas digo que así como en Scary Movie 3. No hay dos sin 3 hay una voluntad satírica, en la ¿película? que nos ocupa no se trata de homenajes, sólo existe una voluntad de apropiación ilícita, de pereza y desvergüenza.
En cuanto al trío que encabeza esta producción hay que decir que despeja toda duda que uno pudiera tener sobre ellos, no son actores, eso al menos queda claro. Mientras armaba esta nota un amigo me comentaba la diferencia este trío de estúpidos con respecto a Los hermanos Marx e incluso ante Los tres chiflados. Si en esos tríos cada uno tenía su personalidad, en este, formado por Pachu, Pablo y Fredy, la cosa es parejita, los tres son básicamente igual de idiotas.
Hay sin embargo, un dato que quisiera consignar, una especie de fijación anal que hace que los tres exhiban sus culos y que entren permanentemente objetos en ellos, además de la consabida muestra de travestismo tan cara a nuestros capócómicos, y una relación claramente homo erótica en el trío que quizás haga de esta comedía una muestra de humor popular homosexual que seguramente indignará al colectivo gay.
Jorge Bernárdez
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