Los integrantes de "No hay 2 sin 3" filman en Mar del Plata junto con Luciana Salazar y Pamela David una comedia en la que Gino Renni y Emilio Disi, los "bañeros" originales, tienen su participación.
Vamos chicos, por favor. Simulen que no hace frío. No tiemblen. Recuerden que es pleno verano." Rodolfo Ledo y su equipo repiten la frase como un ruego una y otra vez. Es que una solitaria y fresca Mar del Plata, despoblada antes del aluvión turístico, encuentra a Pablo Granados, Pachu Peña y Freddy Villarreal enfundados en trajes de baño color naranja que los identifican como los nuevos "bañeros locos" . Aunque el sol calienta los cuerpos, el viento no da tregua. Pero los ex No hay 2 sin 3 le hacen frente con elegancia al clima: ponen su mejor sonrisa, olvidan momentáneamente las ráfagas y exhiben su humor con desparpajo. Tras tanta cámara televisiva, para los tres, éste representa su bautismo de fuego en el cine.
El motivo que los reúne es el rodaje de Bañeros 3: todopoderosos, el filme que continúa la saga de Los bañeros más locos del mundo, después de casi 20 años y decenas de amagues de secuelas en el medio. Finalmente, durante las vacaciones de invierno de 2006 los nuevos guardavidas, entremezclados con algunos de los pioneros, se meterán en la pantalla grande para reciclar ese humor ochentoso que (guste o no) llenó las salas argentinas.
Desde hace casi tres semanas Punta Mogotes es el escenario por donde los ex Tinelli más Emilio Disi y Gino Renni buscan engendrar un nuevo éxito. En unos días el grupo partirá en un crucero para Punta del Este, para filmar por última vez escenas que paradójicamente se convertirán en las iniciales del filme.
La nueva versión intentará rescatar el espíritu de las anteriores películas a través de la misma fórmula: mucho sol y mucha playa, mujeres hipervoluptuosas, hombres encendidos por el calor del verano, explosiones y otros efectos especiales y una historia de lucha entre buenos y malos. Incluso hasta Paolo el rockero será de la partida. El cambio vendrá en este caso por la inclusión de animales "actores" especialmente entrenados para desarrollar una subtrama y por las nuevas chicas (Pamela David y Luciana Salazar), que en cierta forma suplantarán a figuras características de aquella época, como Mónica Gonzaga y Moria Casán.
El eje de la historia es sencillo: los antiguos bañeros (Renni y Disi) disfrutan de un lujoso crucero y en él se topan con Pachu, Pablo y Freddy. Tras disparatadas situaciones los cinco antihéroes terminan trabajando juntos en un balneario de "La Feliz". A partir de allí, un maestro oriental les obsequiará poderes especiales y eso les permitirá luchar contra un ejército de ninjas cuyo jefe es Cristian Sancho, acompañado por una llamativa morocha (Pamela David). El plan maléfico de secuestrar a los perros de la ciudad para llevarlos a Hong Kong desatará varios combates y la aparición fugaz de otro conocido y viejo bañero, cuya identidad prefieren mantener en secreto los productores del filme, Carlos Mentasti y Luis Scalella.
Después de Papá se volvió loco, Ledo vuelve a apostar por una comedia familiar y popular liviana, sin estridencias, pero con objetivos claros: momentos divertidos para que el espectador ejercite la risa durante casi todo el filme. Para algunos suena extraño que con productos como Sin condena, el director siga apostando a este tipo de propuestas. Pero ante la pregunta, el hombre responde con convicción: "El tema es simple: si la gente va al cine, entonces la película es un éxito. Ese es el único parámetro que tenés. Después lo demás son opiniones personales. Yo trabajo para el público. Estaría muy equivocado si pensara en los críticos y no en la gente. O en ir a un festival para hacer un viaje", explica.
Mientras los bañeros condimentan los guiones con improvisaciones picantes, Salazar recibe a los periodistas con ruleros y en bata. La faceta de entrecasa no le impide jugar a la chica sexy. En un rato se meterá en el papel de Luciana, la esposa obesa de Disi, quien por arte de magia se transforma en el monumento a las curvas que es hoy. Ahora chica Playboy, asegura que en la película sus bikinis no excederán los límites. "No hay que olvidar que este tipo de películas, de las cuales yo era fanática, tiene su gran público en los chicos. No me paso de la raya", remarca justamente ella, que ha construido una indestructible imagen de mujer fatal que en varias oportunidades parece traspasar la raya. Y enseguida se defiende: "Lo de Playboy no es pornografía, sino algo erótico".
La que extrañamente no pasea sus encantos por la playa es Pamela David. En el rol de la oriental Susy Wong, se la verá luchando o haciendo maldades vestida en exceso, con faldas largas y camisas al tono. "Tapadita, pero eso sí, siempre con tacos altos", dice la chica que a partir de su rol en Doble vida apuesta a que ahora los productores comiencen a tomarla como algo más que una cara bonita y un cuerpo escultural. "Para esto entrené mucho. De chiquita, hacía karate, taekwondo y artes marciales en general y a todo ahora le agregué clases de espada", aclara. Curiosamente, las chicas no comparten escenas en el filme, quizá por eso no se las vea nunca juntas en el set. Aunque para acabar con cualquier suspicacia, David aclara que la relación entre ambas es "muy buena".
Es la hora del almuerzo y Pachu Peña muestra las huellas casi imperceptibles de un ojo marcado por una patada de Cristian Sancho. En pleno ensayo y entre tanta lucha, el cómico sufrió un puntapié accidental que se ha vuelto el motivo de risa y recriminación constante a lo largo del rodaje. "Yo voy a interpretar a un boxeador frustrado, en una palabra un salame. Y creo que el personaje va a andar bien, porque estas películas se dejaron de hacer y encima a nosotros nos siguen mucho los chicos", presagia. A su lado, Freddy se confiesa no consumidor de estos filmes. Su declaración sorprende porque, contrariamente, el resto del elenco jura haber reído decenas de veces con los bañeros. "No es un prejuicio, simplemente que a mí me gusta mucho el humor inglés", aclara.
El alma del trío, Pablo Granados, no para de asombrarse por la química lograda por el quinteto. Y enseguida sorprende con el anticipo de un nuevo programa de humor de los tres ex Tinelli que probablemente se convierta en una tira diaria. "Hacer un proyecto propio es nuestra meta. La intención es hacer una ficción de humor y siempre los tres, porque creemos que agarramos un público y un espacio en la tele que no estaba ocupado por tres humoristas. El contrato con Canal 9 está", asegura, mientras aprovecha para promocionar Cuentos del más acá, su segundo libro, el que lo devuelve a su faceta quizás menos conocida, la de escritor.
Los dos que no pueden esconder la sonrisa por el regreso de los bañeros son Emilio Disi y Gino Renni. Mientras simulan empujar una combi manejada por Salazar en la toma que finalizará las 10 maratónicas horas de grabación a pleno sol, todavía no despiertan de lo que había sido promesa desde hace décadas. "Yo decía, si no hacés una mejor, preferible no hacerla y dejar el buen recuerdo", cuenta Disi. Y explica que a diferencia de ellos dos, su ex compañero Paco Fernández de Rosa, sólo tendrá una participación pequeña en la historia. Enseguida Renni interviene en la entrevista con un mensaje dirigido a quienes minimizan este tipo de género: "Esos que dicen que este cine es una porquería, creen que lo único que vale es lo que hacen ellos. Son soberbios y no reconocen que estas películas tienen récords de espectadores".
¿Puede haber realmente tantos seguidores del filme? Ese es el gran interrogante ante tamaña expectativa y energía del grupo. Y Mentasti se esfuerza en no dejar dudas: "Un día llegué a las dos de la mañana a casa y mis hijos con sus amigos estaban viendo una película. Pensé, a esta hora...es una porno. Y no, era Bañeros. Después los chicos me llevaron a ver Internet y había sitios en los que los seguidores se juntaban para hablar de esas películas. Lo comprobamos: la gente quiere divertirse".
http://edant.clarin.com/diario/2005/12/07/espectaculos/c-00811.htm
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